La Isla de Ré ha sido uno de nuestros tesoros del verano pasado. Hoy te cuento qué hacer en Isla de Ré para que te enamores de este lugar tanto como lo estamos nosotros. ¡Vamos!
Índice del artículo
¿Dónde está ?
La Isla de Ré es una isla francesa situada delante de la Rochelle, en la Charente Maritime. Se trata de una Isla de 30 km de largo y 5 de ancho y conecta con Francia mediante un puente de casi 3 km de largo.
¿Cómo llegar?
Avión: el aeropuerto más cercano es el aeropuerto de La Rochelle
Tren: existe tren de alta velocidad hasta la estación de La Rochelle. Para hacerte una idea, desde París son unas tres horas.
Coche/caravana/ van: para cruzar el puente se debe pagar un peaje que depende de la época y las dimensiones del vehículo. Si necesitas más información puedes consultar aquí https://www.charente-maritime.fr/pont_re/
Bicicleta o a pie: cruzar el puente es gratis si llegas en bici o a pie.
Barco: en temporada de verano puedes cruzar a la isla en barco desde diferentes puntos. Nosotros lo hicimos desde La Tranche sur Mer mediante esta página: https://www.inter-iles.com/croisieres/escale-ile-de-re Los horarios de los barcos dependen de las mareas así que, si quieres ir y volver en el mismo día asegúrate bien.
Nuestra llegada fue al puerto de Saint Martin en Ré, ya en el puerto te encuentras con varias oficinas para alquilar bicicletas. Nosotros escogimos Beach Bikes ya que nos daban un descuento en el barco y era muy fácil llegar. Los chicos que nos atendieron fueron adorables. Un consejo: plantéate el gastarte unos euros más y coger una bicicleta eléctrica.
Y ahora sí, os dejo detallada nuestra ruta en bicicleta por la Isla en la que os explico qué hacer en la Isla de Ré durante un día.
Saint Martin de Ré
Comenzamos en Saint Martin de Ré porque es aquí donde nos deja el barco. A pesar de que no es la zona con más población de la isla, es la zona de referencia y llegada a la isla por vía marítima.
La verdad es que era una zona un tanto incómoda para visitar en bicicleta ya que estaba bastante llena, así que tómatelo con calma porque es precioso recorrer las calles de esta población amurallada. Personalmente, su mayor encanto es pasear por las calles empedradas llenas de bistrots y tiendas artesanales y perderte en el ambiente del puerto. En pleno casco histórico, te econtrarás de cara con la Iglesia de Saint-Martin-en-Ré. Antes de seguir la ruta, el Clocher Observatoire ofrece unas vistas que valen la pena.
Si decides parar a comer en Saint Martin, te recomiendo Le Bistrot du Marin. Servicio agradable, comida casera y precios asequibles. Si por el contrario quieres seguir la ruta, síguenos hasta la próxima parada.
Ars en Ré
Sí, cuando lo veas en el mapa vas a pensar que está lejísimos de Saint Martin, pero el camino en bicicleta es un verdadero disfrute entre salinas, viñedos y acantilados. Por el camino, te encontrarás con productores locales de ostras que venden su producto. Para, prueba, pregunta. Esa es la ventaja de moverte en bici, parar donde quieras y no perderte nada.
Una vez llegues a Ars en Ré, aparca la bicicleta cerca del puerto, ya que se trata de el pueblo más antiguo de la Isla y con unas calles muy estrechas. Nosotros paramos a comer algo dulce en la panadería de la plaza llamada Le Journal d’ Ars en Ré, el producto estaba bueno pero las pobres chicas iban a tope y el servicio parecía más de cadena de fast food que de boulangerie francesa así que no lo recomendamos si no es urgente parar a comer algo.
Cuando hayas recorrido el pueblecito, te darás cuenta de que el puerto está bien, pero nada que ver con el ambiente de Saint Martin. Momento de ir a por tu bici y poner rumbo al punto siguiente.
Le Phare des Baleines
Después de unos cuarenta minutos pedaleando, llegas a este punto que, para las que nacimos en el Mediterráneo, es realmente impresionante por las mareas y la inmensidad del Atlántico.
Le Phare des Baleines, está rodeado por un mercado de artesanía y, cuando fuimos nosotros, había un festival de Jazz con música en directo. El ambiente ya valía la pena pero cuando subes y observas las mareas del Atlántico desde arriba, es espectacular. https://lepharedesbaleines.fr/lepharedesbaleines
Llegados a este punto, decidimos empezar el camino de vuelta a Saint Martin con calma para poder parar en los lugares que nos llamaban la atención (y merendar algo rico). En el camino, coincidimos con mucha gente haciendo la ruta en bicicleta y el ambiente fue increíble. Las personas que viven en la isla, tienen las calles cuidadas al detalle, así que os recomiendo hacer la vuelta tranquilamente para disfrutar rincones como los de las fotos.
Una vez en Saint Martin, lo encontramos incluso más lleno de gente que por la mañana , así que nos alegramos de haberla callejeado al llegar. Buscamos un lugar en el que cogernos un crêpe antes de devolver la bicicleta y caímos en Le Saint Mart’, probad el de caramel au beurre salée, de verdad. Finalmente, devolvimos nuestras bicicletas y nos subimos al barco prometiéndonos volver.
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